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Círculos de influencia.

 

Dentro de una competición o un partido del deporte que practiques; hay infinidad de variables que pueden hacer que tu nivel de rendimiento no sea el deseado. Veremos a que es recomendable prestarle su debida atención y a que no.

Como vemos en la imagen, disponemos de 3 zonas:

 

1. Zona de NO control.
2. Zona de (mas o menos) influencia.
3. Zona de CONTROL DIRECTO.

 

1. Zona de NO control.
Aspectos que no dependen de ti ni puedes modificar. Por ejemplo cuando tienen que ver con
otras personas (Árbitros – Entrenadores Autoritarios – Adversarios - Compañeros); o aspectos más generales como el tipo de suelo en el cual se va a llevar a cabo la competición, el clima, etc.

2. Zona de (mas o menos) influencia.
Aspectos sobre los que podrías generar un cambio de forma indirecta. Por ejemplo, las
respuestas hacia otros compañeros/as. Influir en su conducta, pensamientos e ideas. Es posible llegar a tener
cierta influencia sobre otras personas si ellas te lo permiten primero o a través de tus
conductas.

3. Zona de CONTROL DIRECTO.
Aspectos que tienen que ver con tus propias respuestas. Tanto tu conducta visible como tus
pensamientos y sentimientos.

 

Pongamos un ejemplo:

Imagina que el arbitro pita un penalty stroke en contra de tu equipo, y no estas conforme con su decisión.

Como jugador tienes nulo control sobre esa decisión, no hay mucho que puedas hacer (excepto en los casos que se pueda utilizar la tecnología para revisar la jugada). Por lo tanto no tiene ningún sentido protestar que el penalty stroke fue “mal” pitado. Eso no hará que se vuelva la jugada atrás. Esta sería tu zona de NO CONTROL, es decir que NO es tu responsabilidad: Las acciones de los demás, los errores de los demás, las palabras de los demás, etc, etc.

Por otro lado, sobre lo que sí tienes influencia es sobre tus compañeros, el mensaje de continuar con el foco atencional en el partido, y en lo que SI podemos controlar.
Esta sería tu zona de INFLUENCIA.

Por último, podrías revisar qué tipo de pensamientos, creencias y /o emociones están apareciendo que hacen que puedas gestionar mejor esa situación. Esta sería tu zona de CONTROL, es decir tu responsabilidad: Tus palabras, tus acciones, tu esfuerzo, tu conducta, tus errores, tu nivel de compromiso, etc, etc.

 

Ahora pensemos…

Como hemos visto, cuanta mas energía y atención le dediques a las cosas que están fuera de tu círculo de control, más disminuirá tu rendimiento. Por el contrario, cuanta más energía le dediques a las cosas que  están dentro de tu círculo de control, tu rendimiento irá creciendo.

Al enfocar tu energía y atención en tu círculo de control, podrás hacerlo crecer suficiente como para llegar a influir en cosas que, en este momento, aún no has podido.

Lo importante es comprender que la única forma de ampliar tu círculo de control es a través de las cosas sobre las que tienes control directo. Éstas te permitirán cada vez tener más
influencia sobre las situaciones que te importan. En otras palabras, el cambio en la situación de rendimiento, surgirá de adentro hacia afuera. Primero obteniendo victorias privadas (siendo proactivo en tus pensamientos, sentimientos, decisiones y acciones) y luego, llevando esa
proactividad a victorias públicas, donde lograrás influir sobre factores “externos”.

 

Te propongo un ejercicio:

1. Escoge un tema que quieras mejorar hoy.
2. Dibuja un círculo y después tres alrededor como en la primera imagen.
3. Escribe en el círculo central todos los aspectos qué sí puedes controlar.
4. Escribe en el siguiente círculo los aspectos en los que puedes tener cierta influencia.
5. Escribe en el último círculo sobre qué aspectos no tienes el control.
6. Haz una lluvia de ideas y busca estrategias para actuar fijando tu energía y tu atención en los aspectos que sí dependen de ti y tus acciones.

¿Qué puedes hacer diferente a partir de ahora para rendir al máximo?

 

Muchas gracias!!!

 

 

Marcos Tubio.

Master Coach Profesional.

WEB: www.marcostubio.com

Instagram: @marcostubio.coaching